Volver a empezar [libre]

¿Dónde estoy? ¿Qué es lo que estuve haciendo durante este tiempo? esas eran mis preguntas pero la que más rondaba en mi mente era ¿dónde podré encontrar a Souseiseki? desde que evité que Kirakishou le quitase su rosa mística a Kanaria y ella me quitase la mía, había perdido el norte.
Viajaba sin cesar, pensando que en cualquier momento y lugar podría encontrar a mi querida gemela, la había necesitado todo este tiempo, sin saber de su paradero pero, algo me decía que podría encontrarla en poco tiempo.
Tanto tiempo caminando, llegué hasta el bosque donde ya pensaba que no podría encontrarla y estuve apunto de tirar la toalla pero escuché un susurro claro para mis oidos, y abrí mis ojos como platos.-No puede ser.-Dije levántandome de la hierva y acercándome lo que yo pensaba sigilosa hacia el lago y no pude creer lo que mis ojos veían y estos empezaban a cristalecerse. Era ella, era Souseiseki, quien al sentir movimiento cercano se levantó corriendo junto con sus tijeras y salí entonces de mi escondite apunto de hecharme a llorar de la alegría.-So...Souseiseki!!.-Dije corriendo hacia ella.

Tenia un nudo en mi garganta, casi no podía articular palabra tras haberla visto, mi querida hermana gemela, al fin podía estar con ella otra vez, ya incluso llegué a pensar que no volvería a verla, pero gracias a la esperanza que Sui Dream me transmitía cada día que pasaba supe que llegaría al fin el día en el que podría volver junto a ella.
Las tijeras de Souseiseki desaparecieron nada más verme, cuando estuve al fin enfrente de ella me tomó de las manos y una vez más una cascada de lágrimas rodaban por mis mejillas sin evitarlo, escuché su comentario y negué con la cabeza para luego volver a mirarla a los ojos, iguales a los mios.-No, Souseiseki, lo hiciste porque querías protegerme, tu no tienes la culpa de ello desu.-Dije esbozando como podía una sonrisa y me abrazaba a ella, ahora ya nada más me importaba, solo, estar junto a ella y no dejarla sola, no permitir que Suigintou le arrebatara su rosa mística, no quería volver a revivir ese recuerdo, ni que se volviera a repetir más, rápido aparté de mi mente aquel pensamiento feliz, por fin estaba con mi querida gemela y ya nada mas importaba.

Había estado separada de mi querida hermana demasiado tiempo, no podía aguantar más, haber estado aquel trecho de tiempo, sin ella había sido como un calvario, y ahora que volvía a estar con Souseiseki no se me pasaría por la cabeza abandonarla, era mi otra mitad, no podía estar sin ella. Aún sabiendo que a Souseiseki no le gustaba mostrar que estaba arrepentida, yo podía sentirlo, o en tal caso, podía decírmelo.-No tienes que prometermelo Souseiseki, se que lo harás igualmente desu.-Sentí en su tono de voz que lo estaba diciendo en serio, sabía perfectamente que lo haría al igual que yo lo haría, puede que yo fuera algo más miedica cuando ocurría algo, pero, si la ocasión lo necesitaba, sería la primera en ayudar, al igual que hizo anteriormente conmigo en aquella terrible batalla contra Suigintou, no podía dejar que eso volviera a ocurrir. El Alice game no tenía ningún sentido, luchar por ser alguien que ni siquiera existía, para mi, era ridículo, y no le quitaría a mi hermana su rosa mística ahora que volvía a estar con ella. Sentía también la preocupación que había llevado consigo estando yo sola y le sonrei mientras la seguía mirando.-He estado bien, pero tambien muy sola sin ti desu.-Dije tratando que mis ojos no volvieran a cristalecerse de nuevo.-¿Y tú? ¿Estuviste bien verdad?.-Le pregunté un tanto preocupada, no quería que le hubiera pasado algo en mi ausencia.

En un principio recordé todo lo sucedido, todo lo que me dijo anteriormente, pero, sabía que mi hermana había recapacitado sobre el Alice Game a partir de ahora, nos protegeríamos la una a la otra, lo tenía muy claro.
Cuando ví como Souseiseki sonreía y se reía provocó que yo también sonriera e hiciese lo mismo, era como en cadena, lo que hacía una lo hacía la otra. Me alegraba que Souseiseki se preocupase por mi, era normal, al igual que yo de ella, no me alejaría de su lado nunca, sucediera lo que sucediera, siempre estaría con ella.-Lo sé, siempre andas diciendo lo mismo desu.-Dije con una pequeña risa, sabía que aún seguía preocupada, pero, lo cierto era que aunque hubiera estado bien, me había sentido sola sin ella al mismo tiempo, no era yo misma.
La escuché algo más aliviada tras decirle que había estado bien, pero, al igual que yo, ella también se había sentido sola y eso me hizo sentir un poco culpable por no haber estado junto a ella.-Lo siento mucho Souseiseki...siento no haber podido estar contigo.-Dije en un suspiro mirando a la hierva que nos rodeaba para luego mirarla al esuchar su comentario.-¿Cómo no me voy a preocupar por ti? claro que me preocuparé por ti, eres mi hermana gemela, y me preocupo el doble Souseiseki.-Dije mientras movia mis brazos, pero me detuve al escucharla denuevo.-Enserio, me alegra que estes bien, si algo te pasara, no se que haría, pero, estoy feliz de que volvamos a estar juntas desu.-Dije sonriendo aun mas mientras que cerraba los ojos.

El volver a ver a Souseiseki hizo que todo mi viaje hubiera tenido sentido ahora, la había necesitado demasiado todo este tiempo, no podía estar sin ella ni un solo segundo, aún recordaba aquella pequeña pelea que tube con ella para poder estar junto a ella, el abuelo la había tenido retenida durante mucho tiempo creyendo que era Kadzuki-kun su difunto hijo. Ahora ya sabía que no volvería a discutir con ella nunca jamás, siempre que lo hacíamos era ridículo, era, como discutir conmigo misma, Souseiseki me conocía demasiado bien al igual que yo a ella. No podía dejar de sonreir, nada podía hacer que me enfadase ahora, estaba con mi hermana, era lo más importante para mi, se lo digo mil veces y me daba igual las veces que se lo dijera, para mi, no era suficiente.

-No, no exagero desu.-dije negando con la cabeza.-Dices siempre lo mismo desu, no lo niegues.-Dije mas o menos de la misma forma que ella. El que pudiera estar denuevo con Souseiseki hizo que me diera cuenta de que aunque por muy lejos que estuvieramos, tarde o temprano acabaríamos estando juntas, y no me equibocaba puesto que lo que acababa de pasar, era un claro ejemplo de ello. Souseiseki me tomó una de mis manos al escucharme, sabía que no soportaba que dijera esas cosas pero, era lo que realmente pensaba.-¿En serio crees que no ha sido para tanto desu?.-Pregunté llevandome una mano a la cabeza algo avergonzada.La reacción que causé en ella cuando hice aquel gesto mientras le decía que me preocuparía el doble por ella hizo que me ruborizara un poco como pasaba siempre. Si, era cierto, puede que fuera un tanto aniñada por mi personalidad y que a Souseiseki le gustaba que fuera de esa forma al igual que a mi me agradaba su personalidad tan protectora conmigo y amable a la vez, no la cambiaría por nada.

-Descuida, no me pasaré Souseiseki desu.-Dije sonriendo.-Ya nada puede Souseiseki, de eso estoy completamente segura.-Dije tomándola de las manos mientras seguía sonriendo y hablando al mismo tiempo.

off: No te preocupes Souseiseki, ya sabes que puedo esperar lo que haga falta ^^

Agradecía cada instante, cada minuto, cada segundo que estaba junto a Souseiseki, desde que desperté no había hecho otra cosa que pensar en ella y que estaríamos juntas denuevo. Me sentía completamente feliz, mejor dicho, inmensamente feliz, nada ni nadie me quitaría esta sensación ahora, pues, me encontrava con Souseiseki, sabía por su sonrisa que ella también lo estaba, después de todo este tiempo. Era de notar que se sentía bien, siempre que estábamos juntas lo estaba, conozco demasiado bien a mi hermana, ella me conoce muy bien, cada una, era como si fuera la mitad de una naranja, eramos una sola.

-Bueno, está bien, no discutamos sobre ello desu.-Dije juntando mis manos como solía hacer cuando me sentía avergonzada. Sabía por experiencia que el que exagerara de aquella manera, hacía que pusiera nerviosa a Souseiseki, y esque, la razón por la que lo hacía, era por ella, porque no quería estar lejos de ella, era lo más parecida a mi que ninguna de mis otras hermanas. La miré aún ruborizada cuando me nombró que no era para tanto que al fin estábamos juntas y esbocé una sonrisa mientras la miraba.-Si, es lo más importante desu.-Dije sin poder dejar de sonreir. Sabía de antemano, que, ahora Souseiseki me iba a proteger ante cualquier amenaza o peligro, pero, yo también lo haría, la protegería de cualquier cosa.

Escuché lo que me dijo y mi sonrisa se hizo cada vez más amplia ante sus palabras y la miré intentando ahogar las lágrimas que querían salir de mis ojos.-Souseiseki... Prométeme que jamás nos volveremos a separar pase lo que pase.-Dije sonriendo. Mi hermana solo podía esbozar aquella sonrisa estando con ella, intentaba recordar algún momento en el que hubiera sonreido con Shinku o las otras pero, no me venía ninguno. Vi de pronto como la mano de Souseiseki aferraba la mía y la miré curiosa pero, al ver el gesto que me hizo, me dio a entender que quería que la siguiera, no sabía exáctamente donde por lo que me decidí a preguntarle.-¿Dónde vamos desu?.-Le pregunté cuando entrelacé mis dedos con los suyos.

No hay de que Souseiseki!!

Podía sentir pese a como actuaba que se sentía bien, lo deduje por aquella sonrisa que me dio, sabía por experiencia lo que se le estaba pasando por la cabeza, al igual que ella podía adivinar lo que se me pasaba por la mía. Agradecía de todo corazón el poder estar denuevo junto a ella, Souseiseki siempre había estado conmigo desde que padre nos entregó las rosas místicas, aún podía recordar cuando me ofreció darle cuerda por primera vez en aquella enorme sala donde tambien se encontraban Shinku, Hinaichigo, Kanaria y Suigintou, desde en el momento en el que abrió los ojos, supe, que estariamos siempre juntas, daba igual lo que pensaran las demás, asi éramos nosotras, nadie podría cambiar eso.

-Si será mejor desu.-Dije sonriendo de igual forma que ella. Aún recordaba también esa pelea por que volviera a mi lado años atrás, resultaba ridículo porque, me paraba a pensar y me decía a mi misma "Suiseiseki, eres una tonta, no puedes discutir con ella, es una tontería" y muy cierta, si discutía con Souseiseki, parecía que discutía conmigo misma y no tenía mucho sentido que digamos.

Mi promesa le hizo bajar la mirada y por un momento, temí su respuesta aunque luego, al escuchar que no me lo prometía, si no que me lo juraba, hizo que suspirase aliviada y sonriendo.-Yo...yo tambien te juro que no volveremos a separarnos Souseiseki.-Dije tambien en aquel tono, lo decía deverdad, no pensaba permitir que nada le ocurriese a Souseiseki, Suigintou me las iba a pagar todas juntas cuando me la encontrase por lo que le hizo a mi hermana. Cuando me tomó del brazo, empecé a caminar junto a ella aún dudosa pero, su respuesta hizo que la intriga creciese aún más.-Esta bien desu.-Dije bufando un poco mis mofletes mientras seguía caminando junto a ella. Luego, nos paramos en un lugar maravilloso, ahora entendía porque era una sorpresa, parecía que el paisaje había salido de un cuadro y mi mirada denotaba un toque de impresión y sorpresa, era magnífico.-¡Souseiseki, es precioso desu!.-Dije mirandola sonriendo, en verdad, estaba feliz de pasar aquel tiempo con ella.